-¿Tienes algo que decir al
respecto?
-Vero… -dijo David con el rostro
entristecido y un tanto preocupado.
-Vero ¿Qué? Te he puesto los
cuernos solo por una discusión que hemos tenido, te he mentido al decirte que
aun te quiero mientras se lo decías a otra, te dije que volviéramos a
intentarlo para después hacerme sufrir el doble. ¿Qué?
-Las cosas no son como parecen
–volvió a decir con la misma cara y esta vez mirando hacia donde estaba
Ariadna.
-Si no es todo como parece
explícame que es porque la verdad no lo entiendo.
-Yo no quería…
Estaba conteniendo la rabia,
no entiendo porque la gente hoy en día no es capaz de luchar por las relaciones, de ser completamente fieles, de quererse y amarse todos los días, y no solo a veces.
-Sabes que pasamos un mal momento
–siguió diciendo- y ella es una amiga de la infancia, al pasar
ese mal tiempo fui a su casa a verla y a explicarle como me iba todo y al final
pues salió nuestro tema y le explique lo que estaba pasando y entonces todavía
no sé cómo ocurrió pero nos besamos.
-Las cosas no van así David, si de
verdad hubiera sido solo un beso no hubieras continuado con todo aquello, me lo
hubieras dicho y no hubieses continuado con ella dos semanas –dije poniendo
énfasis en la fecha que llevaban ese y su amiguita.
-De verdad que lo siento mucho
Vero, perdóname, un error lo tiene cualquiera, tu eres la reina de esa frase,
la llevas contigo para arriba y para abajo… -me miro con las lágrimas en los
ojos, mostraba sentirlo de verdad.
-Pero hay cosas que no se pueden
entender David, si no hay sinceridad en nuestra relación ¿Qué es lo que
tenemos? ¿Cómo sé que esto no va volverá a pasar? No es fácil olvidar huellas
que han hecho tanto daño y hacer como si todo fuera igual. Te quiero muchisimo, pero todo esto me acaba de descolocar y no se como iran las cosas a partir de eso, lo siento pero tengo
prisa por ir a casa, adiós.
-¡Espera! –sentí como me cogió del brazo mientras me daba
media vuelta para irme- Yo te he dejado hablar, déjame hablar a mí también.
-¿Aún hay más? –lo mire un poco
confusa, ya no hay nada que decir, el daño ya está hecho.
- Te quiero Vero, con todo el
corazón, sabes que en este tiempo que llevamos nunca ha pasado algo parecido,
fue tan solo un error. Te quiero mucho –hizo una pausa, miro al cielo, trago
saliva, me miro- demasiado.
-De ser así no hubiera pasado nada
de esto, por tus hechos no me has demostrado todo lo que me dices ahora David y
ahora ya es tarde para hacerlo. Como te he dicho tengo prisa, ya habrá otro
momento para hablar.
Esta vez me di media vuelta y nada
ni nadie interrumpió mi camino para ir hasta donde estaban Ariadna y Claudia.
-Vámonos Claudia, mamá me ha
enviado un mensaje, dice que ha hablado con tu madre, que no estará para la
hora de comer y no ha tenido tiempo para preparar nada. Le ha pedido a mi madre
que si te podías quedar a comer a casa y ha accedido. Dentro de diez minutos o así
normalmente ya está hecha la comida así que tendremos que empezar a ir porque
no se el trafico que habrá.
-De acuerdo, vámonos, toma el
casco.
-Muy bien guapa, acabas de arruinarme el día y supongo que la semana.- Me dirijí a esa Ariadna, mientras me iba andando.
No sé cómo se puede ir así por la
vida, rompiendo parejas como si no tuvieran otra cosa que hacer. Casi un año
perdido por una persona.
Nos subimos a la moto y no fuimos
esquivando los coches y una que otra moto para llegar antes a casa.
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