miércoles, 15 de agosto de 2012

*20


-¿Tienes algo que decir al respecto?
-Vero… -dijo David con el rostro entristecido y un tanto preocupado.
-Vero ¿Qué? Te he puesto los cuernos solo por una discusión que hemos tenido, te he mentido al decirte que aun te quiero mientras se lo decías a otra, te dije que volviéramos a intentarlo para después hacerme sufrir el doble. ¿Qué?
-Las cosas no son como parecen –volvió a decir con la misma cara y esta vez mirando hacia donde estaba Ariadna.
-Si no es todo como parece explícame que es porque la verdad no lo entiendo.
-Yo no quería…
Estaba conteniendo la rabia, no entiendo porque la gente hoy en día no es capaz de luchar por las relaciones, de ser completamente fieles, de quererse y amarse todos los días, y no solo a veces.
-Sabes que pasamos un mal momento –siguió diciendo- y ella es una amiga de la infancia, al pasar ese mal tiempo fui a su casa a verla y a explicarle como me iba todo y al final pues salió nuestro tema y le explique lo que estaba pasando y entonces todavía no sé cómo ocurrió pero nos besamos.
-Las cosas no van así David, si de verdad hubiera sido solo un beso no hubieras continuado con todo aquello, me lo hubieras dicho y no hubieses continuado con ella dos semanas –dije poniendo énfasis en la fecha que llevaban ese y su amiguita.
-De verdad que lo siento mucho Vero, perdóname, un error lo tiene cualquiera, tu eres la reina de esa frase, la llevas contigo para arriba y para abajo… -me miro con las lágrimas en los ojos, mostraba sentirlo de verdad.
-Pero hay cosas que no se pueden entender David, si no hay sinceridad en nuestra relación ¿Qué es lo que tenemos? ¿Cómo sé que esto no va volverá a pasar? No es fácil olvidar huellas que han hecho tanto daño y hacer como si todo fuera igual. Te quiero muchisimo, pero todo esto me acaba de descolocar y no se como iran las cosas a partir de eso, lo siento pero tengo prisa por ir a casa, adiós.
-¡Espera! –sentí  como me cogió del brazo mientras me daba media vuelta para irme- Yo te he dejado hablar, déjame hablar a mí también.
-¿Aún hay más? –lo mire un poco confusa, ya no hay nada que decir, el daño ya está hecho.
- Te quiero Vero, con todo el corazón, sabes que en este tiempo que llevamos nunca ha pasado algo parecido, fue tan solo un error. Te quiero mucho –hizo una pausa, miro al cielo, trago saliva, me miro- demasiado.
-De ser así no hubiera pasado nada de esto, por tus hechos no me has demostrado todo lo que me dices ahora David y ahora ya es tarde para hacerlo. Como te he dicho tengo prisa, ya habrá otro momento para hablar.
Esta vez me di media vuelta y nada ni nadie interrumpió mi camino para ir hasta donde estaban Ariadna y Claudia.
-Vámonos Claudia, mamá me ha enviado un mensaje, dice que ha hablado con tu madre, que no estará para la hora de comer y no ha tenido tiempo para preparar nada. Le ha pedido a mi madre que si te podías quedar a comer a casa y ha accedido. Dentro de diez minutos o así normalmente ya está hecha la comida así que tendremos que empezar a ir porque no se el trafico que habrá.
-De acuerdo, vámonos, toma el casco.
-Muy bien guapa, acabas de arruinarme el día y supongo que la semana.- Me dirijí a esa Ariadna, mientras me iba andando.
No sé cómo se puede ir así por la vida, rompiendo parejas como si no tuvieran otra cosa que hacer. Casi un año perdido por una persona.
Nos subimos a la moto y no fuimos esquivando los coches y una que otra moto para llegar antes a casa.

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